jueves, 18 de agosto de 2022

La chispa que arde y que cose mi pan.


El verano está aquí, lo siente mi corazón, ilumina con dulzura las buenas historias de la Madre Paulina sobre su niñez en Lucena y las muchas casas que ha recorrido durante su vida por dos y hasta tres veces, es fácil imaginarse aquella joven con nuestra edad sirviendo al Señor con alegría, afrontando la realidad de su tiempo y construyendo en fidelidad lo que hoy somos y es.

Me gusta escucharla hablar, tiene un tono de voz suave y en cada recuerdo hay emoción y la ilusión de una vida bien vivida, que como dice el  refrán guarda para la vejez, pasar estos días en su compañía hizo que valorará el sentido de hacer las cosas, los porque. Cuando escuchaba sus opciones por cuidar, por rendir el pan, por estar presente y seguir haciendo en la medida de sus posibilidades era inevitable admirar los años y la vitalidad que traspasa edad y da sentido real al Evangelio.

En casa, estaban a partir de las siete, dos hermanas más, Conchi y Araceli,  un pan de Dios las dos, y como la historia y valor del pan, siempre, hasta las migajas es útil para empanar, en estos quince días ellas empanaron la soledad de mi corazón, fueron como pan partido y repartido que al final del día me hacia consciente de la realidad de entregar toda una vida y que ese  para siempre, sea sin cómo y sí,  con muchos porque.

 Esta experiencia es bonita porque es compartida, vivida y sentida con ellas y con Gabi, mi hermana, cuando releo estos días como equipo se llena mi corazón de gozo  y agradecimiento porque por gracia de Dios hemos estado a una como la frase de Maricarmen Blanco, uno más uno es uno, un uno que se fue consolidando en el dialogo, la flexibilidad de una y de la otra, el aprender a callar y escuchar, el buscar el bien común antes que el propio y sobretodo el sentirnos responsables de cuidar, cuidarnos y hacer de Dios los días.

Bueno, debo de terminar aterrizando los panes y recordarme,  más allá de la alegría que permanece, siempre en cada experiencia hay  conejos que se queman, olvidos, disgustos, desacuerdos… Al final de estos días vuelvo con un plus más, y un deseo de mantener viva la chispa que arde y que cose mi pan para que en el tiempo pueda ser tan útil como aquel que recibí estos días.











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Repaso, reinicio, ilusión