Algo
nuevo está surgiendo… no lo notas…Crisis
Los
espacios de formación e integración con otras congregaciones siento que nos
permiten crecer como personas porque nos abren la perspectiva y a la vez nos ayudan
a ser conscientes de nuestras etapas,
saber que, lo que yo vivo y siento es propio de mi etapa o de mi edad y que
sentir es de consagrados.
Esta
vez la interculturalidad y la diversidad fue la gran riqueza de la formación
ofrecida desde el CER para las junioras, tuve la oportunidad de participar en
este taller donde 47 hermanas de varios países incluyendo Roma, Mexico, España,
Africa y Venezuela estuvimos conectadas durante todo el fin de semana, fue un
espacio agradable, dinámico, entre el trabajo personal, el grupal y el general.
La exposición y experiencia de las dos hermanas que nos ofrecieron el taller,
la hermana Zoraida y la hermana Enaceyla nos dejó cuestiones importantes,
compromisos personales y sobre todo mucho ánimo para no absolutizar la vida
consagrada y ser una consagrada donde surjan nuevas cosas que permitan caminar
en el seguimiento y mantener la esencia de la llamada personal.
Crisis…
Ante
este término es bueno referir y entender su definición: “Un periodo de mayor
vulnerabilidad al cambio” (Erikson), es un momento de la vida en que algo nuevo
va surgiendo y se va integrando, con posibilidad de que no se dé porque no
gestionamos bien los cambios y nos aislamos de ellos, creyendo que haciendo
oídos sordos ante ese periodo va pasar por encima nuestro, además de guardar
silencio y vivir como quien puede solo.
Los
cambios siempre asustan porque implican soltar lo conocido por algo que aún no
sabemos qué tan difícil o diferente puede llegar a ser, pero al mismo tiempo es
una oportunidad porque me permite construir algo nuevo, me permite caminar en
mis procesos humanos e ir integrándome como persona con lo que realmente soy.
¿Cómo
saber si realmente algo nuevo está surgiendo en mí?
Escuchar
es una de las tareas, escuchar lo que llevo dentro y saber hasta qué punto
influye en mí, en mis decisiones y en la percepción ante la vida, sí realmente
me permito escuchar puedo darme cuenta que Dios habla a través de su espíritu y
el lugar privilegiado para ello es la acogida, la esperanza y la sonrisa de
Dios en los pobres. Acercarnos a la profundidad del corazón donde se esconden
muchos mecanismos misteriosos que nos vuelven ciegos para ver y torpes para
actuar.
Comenzar
un camino de reconocimiento interior y personal ayuda a aceptar el cambio, no
tener miedo a narrar lo que soy, a necesitar de otros en ocasiones
profesionales que nos ofrezcan claridad y apoyo, un compañero de camino al
estilo de Emaús, que lleva a hacerse preguntas y contrastar sentimientos. Confrontar
realidades que pueda discernir y orar con Jesús.
Recordar
que el sueño de Dios es que seamos personas plenas, enamoradas y felices y que
ello pasa por estar en el mundo donde nada nos puede ser ajeno y al mismo
tiempo nos debe mantener activos en un constante discernimiento, la búsqueda de
dónde se manifiesta el Espíritu. Estamos llamados a acoger el Amor tierno de
Dios y ofrecer la propia existencia como Dios nos ofrece la suya, en su
totalidad.
Estar
dispuesta a reconocer los tiempos de Dios y su gracia, para no desperdiciar las
inspiraciones del Señor, para no dejar pasar la invitación a crecer en
conocimiento interno de Jesús y si en este estado de vida me sigue confirmando
el Señor.
El
discernimiento espiritual es una necesidad de ser iluminadas, es descubrir los
signos de Dios embarazado de futuro, es una dinámica de vida como dice este hermoso
versículo “Desde antiguo guarde silencio, me callaba, aguantaba, ahora como
parturienta grito, jadeo y resuello”, es el encuentro con Dios que nos limpia
la mirada y al mismo tiempo el don de la indiferencia que nos pone en sus manos
y nos deja libres para poder realmente cernir nuestra vida.
Una
metáfora muy interesante del taller fue la de la caoba centenaria que la
carcoma no puede hacer daño, pero en la madera joven de las nuevas decisiones
que constantemente tomamos puede causar estragos, una expresión que nos ayudó a
comprender la importancia de estar fortalecidas por dentro, ya que esa carcoma
puede hacer estragos por dentro, desde la sutileza o descaradamente.
El
taller finalizo presentando las reglas de discernimiento de primera y segunda semana
de manera rápida y algunos medios más caseros como la revisión de la jornada
vivido como oración y en la mayor disponibilidad y apoyarse de lo cotidiano de
la comunidad, además del examen de la oración, una oración que debe encaminarse
de la racionalidad a la afectividad, es en el corazón donde guardo muchos
elementos que talvez necesito sanar y comprender para avanzar.
Nuevamente
la invitación a dejarnos cuestionar, si algo hay, agradarlo y recibirlo como la
posibilidad de cambio.
“Porque
donde está tu tesoro, ahí está tu corazón”
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