Vivir desde las preguntas.

 

Que interesante poder darnos el permiso de preguntarnos, este fin de semana tuve la oportunidad de escuchar y dialogar con un grupo de junioras en una sala de zoom que nos convocó para dejarnos guiar por cuestiones de belleza y fealdad que hacen eco interior y se expresan en nuestra vida.

El taller lo ofreció el hermano Yovanny Bermudez SJ, fue un dialogo que nos mantuvo activos y presentes,  al mismo tiempo que nos invitó a visitar el futuro y partir de cuestiones reales y concretas en nuestra vida consagrada.

La primera pregunta con la que comenzamos el encuentro fue ¿La vida consagrada es una pasión en el mundo?, una pregunta que llama la atención y que exige reflexión ante el mundo de hoy, por ello partimos de que nuestro mundo está viviendo un cambio de época, la globalización nos homogeniza, juntando fronteras que no nos hacen hermanos, sino que nos ofrecen un modelo social único donde no interesan las preguntas.

Entonces llega la primera invitación del taller la necesidad de una mirada más profunda ante la realidad que nos permita vivir en un ambiente más humano al servicio de nuestros hermanos, todo esto genera una manera de comprendernos íntegramente que comienza por el dialogo.

Es verdad que nuestra realidad está rodeada de incertidumbre y de constante cambio y es aquí donde surge la luz del Resucitado que se cola por los rincones silenciosos de la Palabra que abre caminos, tal como les sucedieron al P. Cosme y el P.Luis, fueron una profecía de esperanza, se arriesgaron a lo imposible y encontraron grades posibilidades a través de su pasión,  porque con su vida re encantaron el pedazo de mundo que Dios les regalo.

 Los choques no siempre son negativos y la siguiente imagen detalla esta idea, imaginar un objeto que tras el impacto no rompe, sino que prospera y crece en vitalidad, bueno, esta idea que el hermano menciono como la anti fragilidad es sin duda uno de los retos de la vida consagrada hoy, traducida a nuestra vida es amar la aventura, el riesgo y la incertidumbre, eso generan algo diferente, hace parte de nuestra historia, solo hay que recordar las comunidades primeras que no solo sobrevivieron a la persecución y el exilio,  sino que florecieron cuando estuvieron expuestas.  Y de nuevo una pregunta ¿A qué estamos floreciendo hoy? Bueno la respuesta esperada seria que somos germen creador y creativo y ello desemboca en vivirlo en fidelidad lo que tiene el nombre de fidelidad creativa.

Hoy la vida consagrada esta llamada a realizar lo que haría el fundador, se trata de caminar por los caminos posibles hacia Dios porque como repitió el hermano “La eternidad empieza hoy”.  Entonces surgen muchos movimientos interiores de novedad y entusiasmo, cuántas cosas sentimos que el espíritu sopla y cuántas encuentran la dinámica necesaria para ser grito profético y al mismo tiempo ser continuidad.

Resuena el discernimiento como clave esencial para hacernos como agua viva que brota sin cesar y que nos empuja a empaparnos de la fidelidad del carisma congregacional para recrearlo aquí y ahora al servicio de la Iglesia y del mundo.  Estamos invitadas a ponernos en el camino con suficiente visión fruto del discernimiento, para reconocer el paso de Dios y para ir con bastante disponibilidad y afrontar la creatividad en medio de tensiones que empujan a vivir el Evangelio y que vuelve a ponernos en el futuro para inspirarlo a través del presente que es fuente.

Queda en el corazón el deseo hondo de poner en practica con esfuerzo decidido la pasión que brota de Jesús para “ser traducción sin vaciar” (EN 63) porque estamos en el mundo de Dios que sigue trabajando y que se manifiesta en todo pueblo, porque la fe no se identifica con ninguna cultura y porque solo es necesario el Amor y la simpatía para descubrir los muchos detalles de lo bueno que existe ya en el mundo, las semillas de verbo que solo pueden verse desde el corazón; y por supuesto una pregunta más ¿Cómo dialogamos con lo que tenemos?

Escuchar las posibilidades que Dios nos regala como don que trasforman y originan una nueva creación es hermoso, es valorar lo extraordinario que puede llegar a ser nuestra consagración y la gran necesidad de andar en humildad cuando no somos nada sin Dios, porque aquí donde estoy soy testimonio de la llamada que recibo cada día, porque compartir con los otros es lo que hace que me enamore en el alma,  porque comparto lo que me hace vivir fecundamente la vida y que mantiene encendida la llama de la osadía de lo extraordinario. Convencida de que el futuro es precioso porque está en manos de Dios le pido en este tiempo de mi vida que me regale unos ojos capaces de mirar a través de lo pequeño su luz.  ¿es la vida consagrada vida nueva? ¿encuentro vivo del Señor en nuestro pueblo?

Cerrando esta síntesis, me queda un dulce sabor, y una llamada certera, y es a vivir desde las preguntas, desde la utopía, desde el punto medio entre el Alfa y el Omega, porque siento que es la manera de ser diferente, de ser religiosa.