“Vivimos en un mundo de cambio permanente, nuestra realidad no tiene una única línea, nuestra respuesta también debe tener varias líneas que respondan a las personas de hoy.”
Quiero compartir con vosotros parte de mis apuntes
de la 48 Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada
al que tuve la oportunidad de asistir con
cinco hermanas de la Congregación: María, Encarnación, Julia, Carmen y Lola todas en su tercer y último año de formación permanente.
Saludos del primer día.
-Mons. Ginés García Beltrán
presidente de la fundación Pablo VI mencionó en su saludo una
respuesta para nuestro tiempo: volver a los orígenes, frente al Hijo para
llenarnos de lo esencial, de la frescura de la persona de Cristo. Mons. Ginés
Nos alentó a salir, a
no quedarnos encerrados y a comenzar una verdadera conversión a la Santidad.
Sus palabras finales dicen textualmente, “por tanto nuestra misión es
estar donde este la gente, nuestra labor ser instrumentos que anuncien el Reino”.
-M.M Rosario Ríos
ODN, Presidenta de CONFER, en su saludo nos compartió lo que le sugiere el título
de esta semana “A vino nuevo,
odres nuevos”, el titulo apunta a descubrir a Dios y a que nos llama, nos llama
para anunciar la Buena Noticia con la totalidad de nuestra existencia, a acoger
el momento actual como tiempo de Dios desde una constante búsqueda y
discernimiento, su invitación fue que seamos mujeres y hombres de esperanza,
sin miedo, sabiendo que andamos con Cristo.
En estos tres días…
Las ponencias y paneles giraron en torno al vino nuevo traído por Jesús y la exigencia que se nos plantea en este tiempo de dar respuesta con odres nuevos para no derramar ni gota de la riqueza de Evangelio.
Una invitación y
varias perspectivas que nos llevan a mirar hacia dentro de la vida…
Nos invitan a que nos abramos sin miedo al campo sociopolítico, que afrontemos los significados morales y
religiosos de la realidad, porque es
hora de cambiar los odres del relativismo,
del subjetivismo y de hacer la propia voluntad, es hora
de acoger el odre nuevo del discernimiento,
no como método sino como modo de vivir.
Abrirnos a la construcción,
a veces parece una tarea demasiado dura, pero es superada por el clamor de la
tierra y de los pobres…
Abrirnos a una Ecología
Integral es una propuesta de la encíclica Laudato sí que encuentra su hermana en
la Agenda 2030 de la ONU, un llamado a
responsabilizarnos de lo que nos toca, todos tenemos parte, el objetivo principal
es que nadie quede atrás y que entre todos luchemos por las cosas justas de la humanidad, vida,
agua, vivienda, medio ambiente, educación, sanidad, libertad religiosa, paz… y
que nuestro aporte este iluminado por la fe que anunciamos.
Afrontar con
fidelidad y creatividad los diferentes desafíos de la iglesia como pueblo de
Dios nos exige Volver la mirada…
Es importante volver la mirada a nuestro Maestro, Él por causas del Padre y del Reino eligió tomar
distancia de los centros: social, político, cultural y religioso, por su iniciativa
y sin imposición económica vivió entre
la gente, caminó con las personas y se solidarizó con el pueblo.
El Evangelio de
Marcos nos enfoca bien este retroceso, al hacer memoria de la vida de Jesús y descubrir sus opciones vitales descubrimos también
su invitación a repetir sus gestos de tocar,
tomar la mano y abrazar, nos basta con tomar conciencia de las emociones de Jesús, de
tristeza, abandono, compasión, indignación,
Amor para anhelar tener entre nosotros
los mismos sentimientos de Jesús ante las nuevas realidades: la migración, la pobreza, el maltrato, y la vulnerabilidad… desde la persona de Jesús
que nos ofrece alternativas y hace de la
soledad y el silencio un espacio para enriquecer y convocar. Jesús abre las
fronteras de sus cuerpo en los gestos, abrazos... y de su nos ha mostrado su lado más humano ante el sufrimiento y las
injusticias.
Abandonemos los odres
viejos de los lenguajes obsoletos…
Pensemos como crear
nuevas formas de anunciar y cantar con nuestra vida el acontecimiento de Jesucristo, pasemos de un
odre pequeño que solo sirva para servir sin alma a un odre de gran corazón expresado en los gestos de escucha, paciencia, don, paz
y justicia.
Capaces de Amar…
Un rasgo de la identidad del consagrado y de consagrada es ser trasparente ejemplar de una Persona que
vale cuánto vale su corazón, sin egoísmos, capaz de ese Amor y de esa amistad que hace
que su vida y la vida de los demás este colmada y sea
bella para Dios y los demás.
El vino nuevo de
Jesús nos invita cada día…
Invita a generar procesos de crecimiento y curación; la vida
consagrada se encuentra comprometida e involucrada en las reformas (entendidas como
procesos) para dar su adecuada calidad a los espacios, al tiempo y a la fraternidad.
Somos parte de un
todo…
Somos parte de la iglesia pueblo de Dios que camina junta
desde la perspectiva de vocación-misión, donde todos nos acompañamos, todos
estamos a la escucha, todos conversamos, todos proyectamos y todos colaboramos.
Nuestra canoa es tuya
Señor…
Concluyó con palabras
textuales del discurso final de la semana “Subamos todos a la misma canoa y entre todos busquemos un mundo mejor bajo el
impulso siempre nuevo del Espíritu Santo. “
Personalmente estos tres días, han sido un espacio para
agradecer por lo que soy y lo que estoy llamada
a ser, para sentirme en los zapatos correctos, para alegrarme con la alegría de la Vida Consagrada que se visualizaba en 700
personas asistentes y para hacer conciencia de mi tiempo formativo y
de lo que conlleva mi respuesta diaria.
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