domingo, 28 de abril de 2019



“Vivimos en un mundo de cambio permanente, nuestra realidad no tiene una única línea, nuestra respuesta también debe tener varias líneas que respondan a las personas  de hoy.”




Quiero compartir con  vosotros parte de mis  apuntes de la 48  Semana Nacional  para Institutos de Vida Consagrada  al que tuve  la oportunidad de asistir con cinco hermanas de la Congregación: María, Encarnación, Julia, Carmen y Lola todas en su tercer y último año de  formación permanente.



 Saludos del primer día.
-Mons. Ginés García Beltrán presidente de la fundación Pablo VI mencionó en  su saludo una respuesta para nuestro tiempo: volver a los orígenes, frente al  Hijo para llenarnos de lo esencial,  de la frescura de la persona de Cristo. Mons. Ginés  Nos alentó a  salir,   a no quedarnos encerrados y a comenzar  una verdadera conversión a la Santidad. Sus palabras finales dicen textualmente,  “por tanto nuestra misión es estar donde este la gente, nuestra labor ser instrumentos que anuncien el Reino”.
-M.M Rosario Ríos ODN, Presidenta de CONFER, en su saludo nos compartió lo que le sugiere el título de esta  semana  “A vino nuevo, odres nuevos”, el titulo apunta a descubrir a Dios y a que nos llama, nos llama para anunciar la Buena Noticia con la totalidad de nuestra existencia, a  acoger el momento actual como tiempo de Dios desde una constante búsqueda y discernimiento, su invitación fue que seamos mujeres y hombres de esperanza, sin miedo, sabiendo que andamos con Cristo. 

 En estos tres días…  

Las ponencias y paneles  giraron en torno  al vino nuevo traído por Jesús y la exigencia que se nos plantea en este tiempo de dar respuesta con odres nuevos para no derramar ni gota de la riqueza de Evangelio.


Una invitación y varias perspectivas que nos llevan a mirar hacia dentro de la vida…
 Nos  invitan a que nos  abramos sin  miedo al campo sociopolítico,  que afrontemos los significados morales y religiosos de la realidad, porque  es hora de cambiar los odres del  relativismo,  del subjetivismo   y de hacer la propia voluntad, es hora de  acoger el odre nuevo del discernimiento,  no como método sino como modo de vivir.
Abrirnos a la construcción, a veces parece una tarea demasiado dura, pero es superada por el clamor de la tierra y de los pobres…
Abrirnos a  una Ecología Integral es una propuesta de la encíclica Laudato sí que encuentra su hermana en la Agenda 2030 de la ONU,  un llamado a responsabilizarnos de lo que nos toca, todos tenemos parte, el objetivo principal es que nadie quede  atrás y que  entre todos luchemos  por las cosas justas de la humanidad, vida, agua, vivienda, medio ambiente, educación, sanidad, libertad religiosa, paz… y que nuestro aporte este iluminado por la fe que anunciamos.
Afrontar con fidelidad y creatividad los diferentes desafíos de la iglesia como pueblo de Dios nos exige Volver  la mirada…
Es importante volver  la mirada a nuestro Maestro, Él  por causas del Padre y del Reino eligió tomar distancia de los centros: social, político, cultural y religioso, por su iniciativa y sin imposición económica vivió  entre la gente, caminó con las personas y se  solidarizó  con el pueblo.
 El Evangelio de Marcos nos enfoca bien este retroceso, al hacer memoria de la  vida de Jesús  y descubrir sus opciones vitales descubrimos también su invitación a  repetir sus gestos de tocar, tomar la mano y abrazar, nos basta con tomar  conciencia de las emociones de Jesús, de tristeza, abandono, compasión,  indignación,  Amor para anhelar tener entre nosotros los mismos sentimientos de Jesús ante las nuevas realidades:  la migración, la pobreza, el maltrato,  y la vulnerabilidad… desde la persona de Jesús que nos ofrece  alternativas y hace de la soledad y el silencio un espacio para enriquecer y convocar. Jesús abre las fronteras de sus cuerpo en los gestos, abrazos... y de su nos ha  mostrado  su lado más humano ante el sufrimiento y las injusticias.
Abandonemos los odres viejos de los lenguajes obsoletos…
 Pensemos como crear nuevas formas de anunciar y cantar con nuestra vida  el acontecimiento de Jesucristo, pasemos de un odre pequeño que solo sirva para servir sin alma a un odre de gran corazón  expresado  en los gestos de escucha, paciencia, don, paz y justicia.
Capaces de Amar…
Un rasgo de la identidad del consagrado y de consagrada es  ser trasparente ejemplar de una Persona que vale cuánto vale su corazón, sin egoísmos,  capaz de ese Amor y de esa amistad que hace que su vida y la vida de los demás este colmada   y sea bella para Dios y los demás.
El vino nuevo de Jesús nos  invita cada día…
Invita a generar procesos de crecimiento y curación; la vida consagrada se encuentra comprometida e involucrada en las reformas (entendidas como procesos)  para dar su adecuada  calidad a los espacios, al tiempo y a la fraternidad.
Somos parte de un todo…
Somos parte de la iglesia pueblo de Dios que camina junta desde la perspectiva de vocación-misión, donde todos nos acompañamos, todos estamos a la escucha, todos conversamos, todos proyectamos y todos colaboramos.
Nuestra canoa es tuya Señor…
 Concluyó con palabras textuales del discurso final de la semana “Subamos todos a la misma canoa  y entre todos busquemos un mundo mejor bajo el impulso siempre nuevo del Espíritu Santo. “
Personalmente estos tres días, han sido un espacio para agradecer por  lo que soy y lo que estoy llamada a ser, para sentirme en los zapatos correctos, para alegrarme con  la alegría de la  Vida Consagrada que se visualizaba en 700 personas asistentes  y   para hacer conciencia de mi tiempo formativo y de lo que conlleva mi respuesta diaria.




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