¡ Bueno! estos primeros días del mes de julio han sido fantásticos para los niños y monitores que pudimos formar parte del campamento " El cuento del siglo" . Este año en Villafranca nació el reino del rey Miguel y la reina Ángela, ambos fieles viajeros de los campamentos HPM de niños y ahora de monitores. Su pueblo estaba compuesto por los 30 monitores que llegaron cargados y olvidaron sus antiguos intereses, se buscaron su mejor traje como caballeros, campesinos, cocineros, doncellas...etc.
El reino consolidado en estancias y talleres recibió a los 66 niños procedentes de los distintos colegios de la Congregación Hijas del Patrocinio de María, en menos de nada el reino estaba invadido por los aspirantes a caballeros y los habitantes solo tenían atenciones y cuidados para que todos se sintieran acogidos, queridos y muy a gusto durante sus estancia.
Los días trascurrían bajo las buenas temperaturas y la calma, pero ... En el reino comenzaban ha acontecer pequeños chascos y pruebas que movilizaban y preparaban a los aspirantes para ser verdaderos soldados reales.
vaya líos los que pueden suceder en tan solo 192 horas, un día el rey pide superar una serie de pruebas para ver si los niños son actos para guardar el reino, al segundo día la reina es envenenada y tuvieron que buscar los ingredientes para la pócima curativa, que digo el tercero, es un liooo, la princesa es raptada y trasladada lejos, bien lejos del reino... si tuviera una libreta de memoria no me alcanzaría para apuntar tantos líos y risas como vivimos. los chascos surgieron, aun cuando un día se solucionaban con el trabajo de todos al día siguiente nos esperaba una nueva aventura.
El reino paso, las 192 horas se nos agotaron y solo nos quedan los buenos recuerdos, los nuevos amigos, los abrazos y lagrimas de despedida y el compromiso firme de venir el próximo año sea la que sea la aventura que nos espere.
El campamento de verano es una experiencia que viví, cada día bajo la responsabilidad de ofrecer a los niños lo mejor que tengo con lo mejor de todos, fue una responsabilidad fraterna, de conectarnos con la temática soñada y preparada con esmero por todos los monitores que se ofrecieron voluntariamente, He comprendido que aveces solo hay que dejarse llevar por los demás, ser dócil a la alegría y disfrutar cada momento.
Son muchos los implicados en estos ocho días, somos 100 personas aproximadamente entre niños, monitores y religiosas los que vivimos estos días en la Escuela Hogar de Villafranca, pero tras de nosotros están todas las Hijas del Patrocinio que lo iniciaron hace muchos años, que lo recuerdan con alegría y lo disfrutan desde nuestras vivencias.
El campamento es una familia, con muchísimos hijos, cada año unos van y otros vienen. Somos unos afortunados por este espacio, este espacio que crea lazos de Amor y que vive y respira en comunión.
muchas Gracias....a todas y todos
No hay comentarios:
Publicar un comentario