miércoles, 18 de septiembre de 2019

Desde lo simple...






Con alegría de regreso y anhelo  de presente,  vuelvo  de unos días llenos de intensidad, aprendizaje y cariño.








Hoy vuelvo con el corazón en las manos, con la mirada deseosa de ver las hermanas, la casa, los niños… vuelvo después de unos días diversos y gratos, no puedo resumir en palabras tanto que he recibido, tanto apoyo, comprensión y ternura.




En el mes de agosto tuve el gran regalo de visitar mi tierra Colombia y mi familia, han sido unos días súper especiales, de acogida, de contar y de escuchar;  he tenido la oportunidad de pararme, de sentir y de vivir como nunca la vida de hogar. A mi madre, mis hermanos, mis tíos, primos y abuelos les sobraban atenciones, buenos deseos, admiración y sobretodo apoyo.



Por mi parte agradecí cada instante, cada palabra, cada abrazo y comprendí que mi vida y vocación son la continuidad de un Amor que se ha ido creando y se crea desde lo más profundo, desde lo simple, desde el plato de sancocho y desde el ver bien a los míos y tener la fuerza de regresar feliz.


Quiero compartir con ustedes el rostro de los seres que tanto amo y llevo en mi ser.

A Dios gracias, infinitas gracias por cada uno de ellos, por sus vidas, por su proyectos y por sus sueños. 



Ellas son la ternura, la acogida... ellas para mi valen oro.
Mi abuelita Rosita y mi mamá  Angela.





Ellos son la luz de mis ojos, mi madre Angela  y mis hermanos Julian y Valentina.




Ellas son alegría, ilusión  y bendición, Son mi tía Janeth y mis primas  Mariana, Luciana y Celeste.




El es mi tio Mauricio, es el ángel de la guardia, es apoyo y guía.




                                               Él es mi querido abuelo Joaquin.






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