La
virgen del Patrocinio.
Hoy en el día de la Patrona de Nuestra Congregación,
Nuestra Madre del Patrocinio, hemos vivido en nuestra comunidad de Madrid, un ambiente
de fraternidad y cariño. Ya desde el comienzo de la semana se empezaron a
sentir los primeros calores de su manto, comenzamos a ensayar los cantos,
preparamos un triduo desde el miércoles y en los colegios los niños y
profesores celebraron entre la alegría de las donas y el entusiasmo de la
solidaridad.
Me ha gustado mucho el viernes en la mañana a la
entrada del colegio, todos saludaban mostrando su bolsa con los productos no perecederos
para las personas pobres, algunos niños los olvidaron y con mucha insistencia hacían regresar
a sus padres para traer los alimentos a los que lo necesitan. También me ha
llamado la atención la eucaristía, un momento de solemnidad y respeto que los
niños vivieron con verdadera autenticidad, unos estudiantes ordenados,
cantando, participando en las ofrendas , intentado atender al sacerdote y convencidos
de que la Virgen es lo más importante en este día.
Los padres que entraron a tomar chocolate con dulces, encantados de la
vida por poder pasar de la puerta, compartieron con los niños que al final de
la mañana repletos regresaron a sus casas, lo mejor fue que las chuches iban en
gran cantidad en sus pequeñas mochilas, seguro que para ellos fue un día estupendo.
Los profes también celebraron reunidos como familia
numerosa al rededor de la gran mesa, con
pescado, dulces y café recordaron que el cariño es lo que más hace familia y que la Madre que tenemos todos
en común nos cuida cada día.
Bueno, y que puedo decir de mi casa, mi comunidad,
hemos visitado el Museo Arqueológico Nacional, en una tarde hemos recorrido
muchos pasillos llenos de historia y sabiduría, un realismo impresionante y mucho que aprender, pasamos juntas,
como hermanas, como amigas, al final del día, al
abrir un cancionero, Sor Antonia empezó a
recordar las canciones de la Virgen de los años atrás y durante un rato ellas
viajaron a su tiempo de formación y yo pude ver con emoción la alegría y motivación
que las hace religiosas hijas del Patrocinio de María.
Yo también he celebrado el día del Patrocinio, pero este año de otra manera, que no menos importante. Doy gracias a Dios por María que nos protege en todo momento y circunstancias.
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