A veces es bueno recordar los porque de mi vida, cuando lo hago, siento que me dan palmaditas en la espalda para avanzar con entusiasmo.
Por ello he decidido contar no solo lo que me va pasando, sino también lo que me ha pasado para llegar a descubrir el deseo de ser religiosa.
Recuerdo hace cuatro años cuando termine el colegio recién conocía las HPM.
... Tenia dieciséis años y muchas ilusiones, vale aclarar que hoy tengo igual o más, es solo que acabando de terminar el colegio sales al mundo con deseos de comértelo, pero el mundo real requiere además de ilusión y otras tantas cosas, que quien lo viva y lo descubra de lo mejor con convicción de que hace lo que le gusta.
El mundo lo delinee con márgenes de perfección y bondad, aspiraba un hermoso matrimonio, unos dos o tres hijos, una profesión y trabajo estables y una vida real y a la vez fantástica; todo podía ser maravilloso y estaba en mis manos que así fuera, PERO, había conocido otra opción, otro rumbo a ese comerme el mundo, que llamaba más de lo que quería mi atención.
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