Quiero
pensar en un simple rompecabezas, es admirable el modo en el que una figura puede ser obtenida a partir de piezas aparentemente
inconexas entre sí que por sí solas parecen no tener ningún significado y que
unidas formaban un todo. Lo mismo sucede con nuestra vida cotidiana, podemos
comparar nuestra labor con cada una de las piezas, no hay ninguna más importante
que otra porque necesitamos unirnos para formar la gran familia del Patrocinio
de María, cada una desde su lugar, aporta, crea, imagina, aprende, se ilusiona,
vive, sueña y es importante.
El rompecabezas de nuestra familia Patrocinio de
María Desde mi punto de vista, está formado por nuestro
pasado, nuestro presente y nuestro futuro. En el pasado está el
comienzo, nuestro punto de partida y de referencia, por ello es
fundamental, recordar con agradecimiento a nuestros fundadores los PP Cosme Muñoz y Luis Pérez Ponce, pues nuestro
origen forma la primera pieza de nuestro rompecabezas, son ellos quienes desde
su escucha amorosa a la voluntad de Dios iniciaron con valentía.
Las piezas han
sido cuidadas con esmero y alegría por cientos de personas
que con su vida han ofrecido a la obra lo mejor de sí, estoy seguras de que sin la vida de todas nuestras
hermanas, amigos, bienhechores, conocidos, alumnos y alumnas, familias,
personal… este rompecabezas no tendría sentido.
El presente es el ahora, nuestro momento,
celebramos nuestro primer Centenario después de la unión de las dos ramas de
nuestros fundadores, una unión de piezas, que gracias a la luz del Espíritu Santo, a la perseverancia y cuidados de la Madre Amalia
Cea Primera General de la Congregación y
al aporte de cada hermana que vivió el
proceso se llevó a buen término. Hoy nos situamos, seguimos siendo piezas que aportan desde el Trabajo,
la Sencillez y el Buen ejemplo. La educación sigue siendo integral y gratuita y valoramos
a cada persona que entra en contacto con nosotros por lo que es.
El futuro el resultado, la proyección de nuestro
presente, desde mi ser de novicia, pienso que el apostolado y presencia de la
Congregación seguirá abriendo sus puertas a cuantos estén dispuestos a unirse a
nuestro Carisma y Misión, sé porque lo veo hoy, que los colegios se están
adaptando a los cambios, que la formación es constante y que la entrega no
tiene fecha de retiro cuando se vive la vocación a la que estamos llamadas.
Lo extraordinario de la voluntad de Dios es que enseña que todas las piezas que conforman el
rompecabezas de la Congregación son necesarias para el crecimiento y renovación. Y por eso, nuestro
puzle es perfecto.
Adaptación del Artículo